Este libro ha sido catalogado por Luis Paz Esquivel, Papillo, como una obra vital y necesaria para la historia de la décima y del verso improvisado en Chile y en Iberoamérica, y para Sonia Montencinos, quien prologa el libro, representa un patrimonio cultural inmaterial invaluable pues de la mano con el relato biográfico de las vicisitudes campesinas y urbanas de Chincol bulle su memoria y su mirada particular en torno a los acontecimientos que han marcado nuestra historia y que están cuestionados en la actualidad en medio de una crisis identitaria en la que precisamente están en juego las formas y los modos en que nos miramos y pensamos como chilenos. Este libro se entiende “..como un registro o un testimonio de las poesía mestiza chilena, que es fundamental para entender por qué se dice de Chile que es un país de poetas, pues la poesía tiene que ver con las identidades chilenas que están en tensión hoy día con las preguntas de hacia dónde vamos y cómo nos entendemos y comprendemos como sujetos, como colectivos, como país, y la poesía, especialmente la poesía de Chincolito en este libro, nos muestra la clave para entender precisamente esas identidades.”

En estas palabras radica el objetivo y la razón de ser de este libro lleno de historias, de verdades, de ilusiones, de esperanza de un hombre que generosamente abre las páginas de su vida para enseñar, para comunicar toda esa sabiduría que la vida le ha entregado por más de 70 años. Para Luis Ortúzar no tiene sentido pasar por esta vida sin educar desde sus saberes y los sentires que le ha entregado la cercanía con la tierra y el campo en su más pura expresión.

Chincolito nos dice de su libro “… es un recurso educativo en todo el sentido de la palabra, no solo en el sentido del canto campesino, porque ahí encontrarán los saberes campesinos, la sabiduría popular campesina que nunca va a ser superada por ninguna tecnología; sin el mundo campesino no se vive, eso lo tienen que tomar en cuenta alguna vez, y el campesino sin el mundo urbano tampoco, porque allá es donde se van a comprar las “faltas”, las que no se produce en la tierra. Los dos mundos deben ser hermanados, y de eso habla el libro, y por eso le hago una invitación al Ministerio de Educación, para que se preocupe de que ambos mundos se conozcan culturalmente, el mundo rural campesino y el urbano, porque las cosas que nuestros niños, niñas y jóvenes hoy desconocen, no es culpa de ellos, es culpa de los  ministerios y de los gobiernos que no se preocupan de entregar las herramientas fundamentales a los pueblos para que puedan pensar en un desarrollo en el día de mañana. Porque un pueblo mal educado, un pueblo enfermo y un pueblo sin justicia es muy difícil que llegue a pensar en el desarrollo.”

Sonia Montecinos nos insiste en el prólogo del libro  que "Ahí pudimos comprobar que el Chincolito no era un simple nombre, un apodo ganado en las batallas de la palabra, sino la fuerza de un canto con alas."  Los invitamos, entonces, a seguir el vuelo de este canto y asir los elementos de nuestras tradiciones en las palabras de un hombre anciano, que es lo mismo que decir hombre sabio.

Ya se puede adquirir este libro a través de la Editorial Cuarto Propio, mediante el enlace que dejamos a continuación (link), o a través de www.cuartopropio.cl

Sigamos celebrando el lanzamiento de este libro y de su llegada a la letra impresa, con la responsabilidad que nos cabe a cada uno de nosotros y nosotras en la difusión de nuestro patrimonio cultural inmaterial, y agradecemos a las autoras de este libro, a Lorena y Carola López, por la feliz iniciativa de emprender este proyecto de la mano de Luis Ortúzar Araya.